lunes, 28 de noviembre de 2011

CULTURA TAYRONA



Se han hallado cementerios en los que se observa diferentes tipos de sepulturas; tumbas rectangulares cubiertas con loza, bóvedas de piedras con cubiertas labradas, tumbas de pozo con cámara lateral y algunas fosas simples, encontrándose además, urnas de cerámica generalmente tapadas. 




Se tiene noticia de que guardaban los huesos y cenizas de sus antepasados en urnas y vasos grandes de tierra cocida, y que a algunas personas, al morir, las disecaban al fuego.

CULTURA JUDIA


El relato sobre la sepultura de Jesús en el Evangelio es escueto. S. Juan anotó que Jesús fue sepultado “según es costumbre sepultar entre los judíos”. Y ¿cómo sepultaban los judíos de la época de Jesús a los difuntos?
Es interesante saber algo más sobre las tradiciones funerarias judías. Los ritos funerarios comenzaban por el lavado del cadáver. Después de cerrarle los ojos y la boca se le peinaba la barba y los cabellos, después se le ungía. Por último se le ponía una túnica blanca de lino. También se aromatizaba la tumba con mirra y áloe, a menudo los aromas eran esparcidos por dentro y por encima de la mortaja.


Según el relato evangélico, el sepelio de Jesús coincide con las tradiciones judías de la época. Su cuerpo no fue lavado ni vestido. Simplemente desnudo como estaba, fue envuelto en una gran sábana y colocado en el sepulcro.
No lo lavaron antes de enterrar porque no tenían tiempo, ya que, según el Evangelio, tuvieron que sepultarlo deprisa por la cercanía del sábado. Era intención de las mujeres que asistieron al entierro, terminar los ritos funerarios al día siguiente del sábado. Es más, un grupo de tres mujeres, al amanecer del domingo, se dirigieron a la sepultura de Jesús.
Por lo que podemos afirmar que el cuerpo muerto de Jesús fue enterrado según la forma de enterrar de los judíos.
 

ANTIGUA ROMA


En la Antigua roma los ritos funerarios fueron evolucionando con el tiempo. Siempre hubo una preocupación por los muertos, a quienes veneraban y temían. Los romanos siempre realizaron ritos fúnebres con más pompa y ostentación que los griegos. Respecto a las prácticas, hubo gran variedad durante la historia del gran pueblo romano.


Por ejemplo: hasta el siglo II d.C. predomina la práctica de la cremación, pero a partir de ese momento toma fuerza la inhumación. Y es que antes de los cristianos dominaba la mitología romana. Según las creencias, incinerando al difunto el alma conseguía llegar más rápido a su destino. Después, con la aparición del cristianismo, vuelve con fuerza la idea de la inhumación(sobre todo a partir del siglo IV en el que comienza la producción de ricos y ornamentados sarcófagos).

domingo, 27 de noviembre de 2011

CIVILIZACIÓN GRECIA

Archivo:Grabstein einer Frau mit Dienerin.jpg

El uso más antiguo entre los griegos para comunicarse con sus muertos fue el del entierro. Pausanias que nos ha dejado una enumeración exacta de los sepulcros más distinguidos de aquéllos nos dice que los tenían en los campos, en las orillas del mar, al pie o en la cumbre de las montañas.
Entonces, ponían las urnas que contenían las cenizas en casas particulares y a veces en los mismos templos pero estos ejemplos al principio fueron raros no concediéndose esta distinción sino a los jefes de la administración y a los generales que habían defendido a la patria. El entierro en Grecia siempre estuvo en uso más que en toda otra parte teniendo aquellas gentes particular cuidado de llevar los cadáveres fuera de las poblaciones. Los pueblos de siccion, de Delos y de megara, los tebanos, los macedonios, los moradores del Quersoneso y de casi toda la Grecia observaron la misma práctica.




Ligurgo fue el único que permitió las sepulturas dentro de las ciudades en los templos y en los lugares públicos en que el pueblo se congregaba. Pero los legisladores más famosos hicieron de aquella práctica un punto interesante en sus códigos.
cecrope I quiso que los muertos fuesen llevados fuera de Atenas. Solon adoptó y restableció en todo su vigor este prudente reglamento de modo que hasta a finales de esta república no se halló en Atenas más que un corto número de personas enterradas dentro de la ciudad cuya honorífica distinción solamente fue concedida a algunos héroes y aun en estos últimos tiempos del gobierno ateniense Sofocles no encontró sepulcros en dicha ciudad. sulpicio en tiempo menos remoto no pudo conseguir que fuese enterrado en ella Marcelo. Platpon en su Republica no permite que se detinen para sepultura las tierras aptas para el cultivo sino las arenosas, áridas e inútiles.

Las mismas leyes estuvieron en el mayor vigor en la Magna Grecia. Los cartagineses hallaron fuera de Siracausa sepulcros construidos por los moradores de esta ciudad. Lo mismo sucedió en Girgenti. Los tarentinos siguieron los mismos estilos pero habiendo en una ocasión consultado el oraculo, éste les respondió que serían mucho más felices si cum publibus habitarent. El sentido verdadero era que activasen los medios de aumentar la población mas ellos creyeron que interpretaban bien el sentido del oráculo permitiendo enterrar los cadáveres dentro de la ciudad. Sin embargo, toda la doctrina religiosa y la religion griega se dirigían a observar las leyes que ordenaban llevar los cadáveres lejos de las habitaciones. Así fue que hasta los generales que habían defendido la patria, los soldados que habían sacrificado su vida par el mismo noble fin, tuvieron sus sepulcros en los mismos campos en que habían muerto cubiertos de gloria:
§   Lisandro que aseguró la superioridad de Lacedemonia sobre Atenas, su rival, fue enterrado en un campo cerca de Aliate.
§  Aristides, el más justo de los atenienses, lo fue en el campo de Falero.
§  Homero, primer poeta épico, en un picadero.
§  Arquimedes, terror de los romanos y defensor de Siracausa, en una campiña cerca de su patria.
§   Aquiles en un promontorio en Sigeo.





Cuando los cadáveres de los héroes y de los grandes hombres no eran enterrados dentro de las poblaciones no es de creer que lograse esta distinción la gente menos respetable. Ni sirve decir que en aquellas remotas ciudades se hacía poco caso de los sepulcros porque en ningún otro tiempo los hombres han tenido tanto cuidado sobre este particular ni ha brillado tanto el lujo como entonces.Ciceron conoció el sepulcro de Arquímedes por los varios adornos que había en él. El lujo, el buen gusto y la magnificencia de los sepulcros eran tan grandes entre los griegos y romanos, que las leyes tuvieron que restringir varias veces semejantes excesos. Platón prohibe la construcción de los sepulcros cuyo trabajo no puedan concluir cinco hombres en el espacio de cinco días. Solón quiso que los de los atenienses fuesen construidos dentro de tres días por diez hombres. Demetrio de falero proscribió el lujo de las columnas y determinó la capacidad de los sepulcros. La ley de lasXLL Tablas  de los romanos ordenando que las hogeras y los sepulcros fuesen llevados fuera de las ciudades, prevenía por medio de prudentes reglamentos el lujo que habría podido introducirse en éstos.

CIVILIZACIÓN CHINA


La Shang fue una de las escasas dinastías de la época que practicó ritos funerarios especialmente avanzados, los cuales consistían principalmente, según se sabe, en:
  • Enterrar a sus difuntos de manera ritual, junto con los útiles de uso cotidiano.
  • Se les enterraba además con alimentos y vino, para alimentar a su alma.
Ello era porque creían que los muertos podrían llevarse “al otro mundo” sus posesiones materiales, lo que nos indica en que creían en la existencia de un mundo paralelo o superior, que albergaba las almas para seguir con una vida eterna y desconocida.
Por esta razón, se enterraba a los miembros de la casa real, con todas sus riquezas.
Un ejemplo de esto es que, en 1975, los arqueólogos chinos encontraron en la zona de Anyang, una tumba de la esposa de un rey Shang, en la cual, había más de 400 vasijas de bronce y armas, además de 600 piezas de jade y piedra tallada. Además de todos estos objetos en las tumbas encontrados, se han hallado inscripciones en huesos de animales, llamados “huesos de oráculo, y en vasijas de bronce, que revelan la preocupación de los gobernantes por asegurar su inmortalidad.
En esto se puede observar el respeto hacia las mujeres de gran poder o influencia. Una buena esposa que cumplía con todas las reglas (discreta, servil, etc) podía aspirar a una buena tumba.
Las mujeres de los plebeyos, en cambio, no podían esperar nada. Su papel en relación a el respeto, participación o consideración excepto de para cuidar hijos, y mantener limpia la casa, ayudar en los campos y cuidar de su esposo, era nulo.

EL RITUAL FUNERARIO CULTURA EGIPCIA


Según las creencia egipcias además del cuerpo el hombre se componía de 2elementos espirituales, el ba, concepto similar al alma, y el Ka, una especie de doble del cuerpo. La muerte representaba la separación del elemento corporal y los espirituales. Pero el ka no podía "sobrevivir" sin la presencia del cuerpo, de ahí que durante años se desarrollasen técnicas precisas de conservación, conocidas como embalsamamiento. El proceso de momificación tenía como objetivo el mantenimiento del cuerpo para la propia existencia del Ka. Encima de las vendas se ponían los sarcófagos, destinados mas que al intento de que el difunto fuese reconocido en el Más Allá, a servir como sustitutos del cuerpo en caso de destrucción de la momia, y como protección de los vendajes, evitando su destrucción. Junto con el difunto se colocaban figurillas, denominadas ushebtis destinadas a servir al difunto.

El cortejo funerario, una vez que el cadáver estaba preparado, trás el proceso de embalsamamiento consistía en una procesión hasta la tumba, iniciada por el sacerdote al que seguían los criados que portaban los objetos que se depositarían en la tumba. El sarcófago se arrastraba por un trineo y los vasos canopos por otro. A la llegada a la tumba el sacerdote procedía a realizar el último rito del proceso, que consistía en la ceremonia de "Apertura de la Boca", en la que se le otorgaba al difunto el uso de los órganos de su cuerpo. En la tumba se colocaba el sarcófago y los ushebtis, además de todo lo que el alma pudiera necesitar para llevar una vida paradisíaca, muebles, amuletos, objetos de lectura,etc.

EL LIBRO DE LOS MUERTOS

Se conoce como "Libro de los Muertos" una colección de sortilégios que se incluían en las tumbas del Reino Nuevo, y pretendían ayudar al difunto en su difícil camino al Más Allá y en el juicio de Osiris. Su título original podría traducirse como "La salida al día". La muerte no era mas que un renacimiento, al igual que el sol sale cada día, asi el difunto accedía a un nuevo renacer


Su origen se encuentra en "Los Textos de las pirámides" del Reino Antiguo. Estos derivaron en "Los textos de los sarcófagos" durante el Reino Medio. El papiro con las fórmulas adecuadas para ayudar al alma del difunto se depositaba junto a la momia, en la tumba. También se escribían pasajes del libro en los ushebtis. Pero el libro no sólo comprende fórmulas para superar el juicio de Osiris, sino también pasajes para que el difunto reconozca a los dioses que le serán favorables o para que pueda orientarse en su viaje por "las 12 Regiones de la Duat". Eran los sacerdotes-lectores los encargados de leer ciertos pasajes de el Libro vueltos hacia la momia.

El Libro consta de aproximadamente 200 capítulos o sortilegios. La versión más conocida y más completa es el Papiro de Ani, un texto compuesto por 3 capas de hojas de papiro pegadas entre si y dividido en 6 secciones con una longitudentre 1.5 y 8 metros cada una. La longitud total del texto es de 23.6 metros. Fue adquirido por el Museo Británico en Tebas el año 1888 y actualmente está registrado con el número 10470. El papiro fue realizado por 3 escribas diferentes, como puede apreciarse en las diferentes grafías que en él aparecen,pero sólo uno realizó los dibujos. Originalmente es posible que no fuese encargado por Ani, un escriba de hacia el año 1300 a.C., o al menos no en su totalidad, pues su nombre aparece escrito con una escritura diferente. El papiro contiene algunos errores derivados de la falta de atención. Existe una versión electrónica del Papiro de Ani, según la traducción realizada por Sir Wallis Budge.